La Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) ha reportado una preocupante caída del 50% en las ventas de las bodegas a nivel nacional, afectando principalmente despachos de productos como gaseosas, cervezas, helados, aguas y abarrotes en Lima y otras ciudades del país.
Según indican los datos proporcionados por la ABP, el declive comenzó después de un inicio de año con crecimiento en las ventas, que se vio interrumpido a mediados de marzo. Desde entonces, las ventas han mostrado una tendencia decreciente, con una caída del 30% en abril y un aumento significativo del 50% en mayo.
Los bodegueros atribuyen esta disminución en las ventas a varios factores, incluyendo cambios climáticos adversos que han afectado el consumo, así como el impacto del incremento en el Impuesto Selectivo al Consumo sobre las bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza. La situación económica general del país también ha contribuido a esta baja en el consumo.
Eventos comerciales importantes como el Día de la Madre y el Día del Padre no generaron el impulso esperado en las ventas, resultando en números menores comparados con años anteriores. La expectativa de la ABP es que el consumo pueda repuntar durante el mes de julio, debido a factores como el cobro de las AFP y las gratificaciones de medio año, que históricamente han estimulado el mercado.
A pesar de la situación desafiante, algunos productos como golosinas, galletas y chocolates han mantenido cierta estabilidad en sus ventas. Sin embargo, los snacks han experimentado una disminución del 15% debido a problemas de abastecimiento de las principales marcas.
Además de los retos económicos, los bodegueros también enfrentan una creciente preocupación por los altos índices de delincuencia, que no solo afectan la seguridad de sus establecimientos sino que también incrementan los costos operativos. Esta combinación de factores pone en riesgo la viabilidad de muchos negocios, según advierte la ABP, que alerta sobre la posibilidad de cierres si la situación no mejora pronto.
«Debido al incremento de los costos de seguridad y a la baja rotación de ventas, corremos el riesgo de operar a pérdida si no se implementan medidas que ayuden a revitalizar el comercio de las bodegas», destacó la Asociación de Bodegueros del Perú en su comunicado.