Según una reciente encuesta del Banco Central de Reserva (BCR), las entidades financieras endurecerán las condiciones para la entrega de préstamos a las empresas de todo tamaño en los próximos tres meses.
Así, pues, entre los cambios de condiciones que enfrentarían está el aumento de las tasas de interés, variaciones en los plazos de financiamiento, mayor exigencia de garantías y limitaciones en montos de las líneas de créditos. Ello, como producto de la crisis política.
“Teníamos tasas de interés muy bajas porque el sol estaba barato. Conseguíamos un hipotecario por 6%; en casas, daban plazos de 20 años. Eso cambiará porque el sol se está devaluando. Para comprar una casa, quizá el plazo baje a 15 años; para autos, que era de 5 años, a 3”, comentó el presidente de la Cámara de Comercio, Javier Bereche.
Asimismo, estimó que, entre las garantías que podrían exigir las entidades financieras, estaría el hipotecar lo que se quiere comprar; “nos van a pedir más exigencias de patrimonio para darnos el crédito, las líneas van a ser muy focalizadas para la gente que mañana o pasado puedan pagar”.
“Esto es por la subida del dólar, ligada a la inestabilidad política. Los bancos no se arriesgarán a dar dinero barato a plazos largos porque corren el riesgo de la devaluación. Para las empresas será un problema el no tener acceso a créditos y, si los tienen, se encarecerá su operación porque las cuotas que tendrán que pagar serán más altas. Este costo adicional o lo asumen ellos o lo trasladan a sus productos, con lo cual entramos nuevamente al proceso de inflación”, explicó.
Por su parte, el experto en finanzas de ESAN, Arturo García, recordó que la pandemia también afectó a la cartera de créditos de los bancos y aumentó la morosidad, puesto que la crisis sanitaria golpeó a la capacidad de pago de las empresas, incrementó el desempleo, redujo el ingreso promedio y la actividad empresarial.
“Además de la inestabilidad política, otro factor es que el BCR subió la tasa de referencia de 0,25 a 0,50 en agosto, y acaba de incrementar la tasa de encaje, es decir, se podrá colocar un menor porcentaje de créditos por las expectativas inflacionarias. Quizá los FAE ayuden a mantener el ritmo de préstamos”, agregó.