Según un informe reciente del Instituto Peruano de Economía (IPE), la implementación de la cartera minera prevista para el 2024 podría llevar a una reducción de la pobreza en el país de hasta un quinto (21,8%).

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Este estudio resalta la relevancia de la industria minera para el desarrollo económico del Perú, destacando su papel no solo en el impulso del crecimiento, sino también en el aumento de los ingresos fiscales, la generación de empleo y la disminución de la pobreza.

Durante el anterior ciclo alcista de los precios de los metales (2003-2011), la inversión en el sector minero experimentó un notable aumento. Proyectos de gran magnitud como Las Bambas, Toromocho, la Ampliación de Cerro Verde y la Ampliación de Antamina recibieron inversiones que totalizaron $15.400 millones.

Esta inversión impulsó la producción de metales, evidenciada por el hecho de que la producción de cobre se duplicó entre 2008 y 2015.

Minería y generación de empleo

En los últimos años, proyectos como Mina Justa y Quellaveco han sido motores de la economía, contribuyendo a evitar una mayor contracción del PBI en el 2023. Según el Banco Central de Reserva (BCR), los empleos directos en el sector minero han superado en un 15% los niveles del 2019, generando más de 116 mil nuevos puestos de trabajo en los últimos dos años. Considerando el efecto multiplicador de la minería en la economía, se estima que esta actividad ha propiciado la creación de más de 1 millón de empleos desde el 2019.

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A pesar del actual repunte en los precios internacionales de los metales, que se sitúa cerca de un 50% por encima del promedio entre el 2016 y el 2020, no se han materializado nuevas inversiones a gran escala. Un estudio del IPE del 2021 sugiere que la activación de los proyectos en cartera podría tener un impacto significativo en la economía peruana.

Se proyecta que 15 proyectos programados para iniciar hasta el 2025, con inversiones por $16 mil millones, podrían aportar aproximadamente el 71% del PBI del 2023. Incluso, si se suman 27 proyectos adicionales con inversiones por $37 mil millones, la contribución de la minería más que duplicaría el tamaño del PBI del 2023.

De los 46 proyectos en la cartera del 2023, con inversiones por $30 mil millones, 23 enfrentan retrasos debido a razones externas a la voluntad de las empresas, y 8 de ellos llevan más de 10 años de retraso. Solo 7 proyectos tienen una fecha de inicio programada.