Los hoteles de Máncora pasan por su peor momento. Su nivel de ocupación se ha reducido al 10%, cuando en el noviembre estaban entre el 70% y hasta 100%, según declaraciones del director regional de Turismo, José Miguel Alzamora.
Esta situación es similar en los negocios de este giro en el resto del país. La prohibición del ingreso a las playas ha acabado con restaurantes, hospedajes y servicios de transporte turístico.
Alzamora señaló a un diario nacional que muchos de estos negocios son pequeñas y medianas empresas que están quebrando, por lo que les vendría bien que el Gobierno reevalúe la prohibición del acceso a sus playas. Al menos desde el 31 de enero, cuando la actual medida pierda su vigencia.
“Nosotros hemos calculado el aforo que cumple con los protocolos sanitarios y recomendaciones, que promedia en los 2.000 veraneantes por playa, un número que se debería tomar en cuenta”, indica.
Cabe señalar que Piura está calificada como región de alto riesgo de contagio de COVID-19 y se está realizando una vigilancia estricta en las playas.