El año de la pandemia trajo un inusitado incremento de nuevas empresas en Perú, de más de 235,000 unidades, la mayoría unipersonales y dedicadas a la venta minorista, una reacción a la desaparición de 2.2 millones de puestos de trabajo por la crisis económica.
La férrea cuarentena impuesta en Perú, entre marzo y mayo, para enfrentar la primera ola de la pandemia provocó una caída de 11% en el Producto Bruto Interno (PBI) por el cierre de las principales actividades económicas, algunas de las cuales siguen afectadas como el turismo y el entretenimiento.
El cierre de la actividad productiva y la baja de la demanda significaron la clausura de muchas empresas formales, pero, sorpresivamente, no tantas como las que se crearon, también a raíz de la crisis.
De acuerdo al boletín sobre la Demografía Empresarial en el Perú, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el número de empresas dadas de baja en el 2020, es decir las que dejaron de operar, fue de 45,467 compañías, frente a las 127,552 cerradas en el 2019, un año pre-pandémico.
Nuevas empresas
En todo el año pasado se crearon 235,447 empresas, frente a las 293,506 nuevas compañías formadas un año antes, lo que resultó en un ‘stock’ de 2.7 millones de empresas, que representan un incremento de 1.6% respecto al 2019 después de restarle las bajas.
La aparición de nuevas empresas se dio especialmente en el último trimestre del 2020, en el que se constituyeron 83,170 empresas y se dieron de baja a 7,469 empresas.
“Efectivamente, ha habido una situación atípica, probablemente contraria a lo que todo el mundo hubiese esperado, que es que más empresas hubiesen cerrado, de las que se hubieran creado”, declaró el director institucional de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Carlos Posada.
“En el neto, en el año 2020, hay más empresas de las que hubo en el 2019”, agregó Posada.
El director de la CCL, que tiene 15,000 asociados en el país, explicó que hay empresas que pueden “no haber cortado la relación laboral con el trabajador, pero han reducido las horas laborales”.
Esta situación genera “una innata necesidad por buscar el negocio adicional, el negocio que compense la baja, que compense la pérdida de trabajo, por eso es el alto grado y alto índice de incidencia sobre esta sección de personas naturales”, expresó.
Posada destacó que el gobierno y la administración tributaria hayan permitido estos giros de negocios, en el Registro Único de Contribuyentes (RUC), porque han permitido que se sostenga la formalidad en la economía peruana.
“Ha habido mucha iniciativa, mucha creación de empresas formales, apoyémoslas, que dejen de ser personales y se conviertan en pequeñas empresas, luego medianas y luego en grandes”, expresó.
Como reflejo también de la concentración de la economía peruana, estas nuevas empresas nacieron en su mayoría (39%) en Lima (32,520) en el último trimestre del 2020, seguidas por la sureña Arequipa (4,948) y la norteña La Libertad (4,915), los principales centros urbanos en el país.
Vía Gestión