Países Bajos —junto a Chile, España y Rusia— es uno de los principales destinos de exportación de palta peruana. Sin embargo, las autoridades sanitarias de dicho país anunciaron el pasado 21 de marzo el retiro del mercado de un lote de esta fruta.
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rapid Alert System for Food and Feed, RASFF) emitió una alerta a través de la notificación 2022.1654, calificada como grave.
De acuerdo a esta advertencia, los frutos provenientes del Perú contienen niveles de cadmio por encima de lo permitido por la Unión Europea: una proporción de 0,054 mg/kg en ppm (milígramo/kilógramo en parte por millón), cuando el nivel máximo permitido es de 0,05 mg/kg en ppm.
“El cadmio es un metal pesado, cuyos efectos sobre la salud están ampliamente demostrados, y esa es una de las razones de por las qué se han establecido límites máximos permisibles en el comercio internacional. Su presencia ha generado mucha preocupación entre los agricultores del cacao, y ahora se suma el cultivo de palto, que está creciendo significativamente en número de hectáreas a nivel nacional”, detalló el ingeniero Luis Gomero, presidente del Consorcio Agroecológico Peruano (CAP), en entrevista con este diario.
Asimismo, advirtió que el riesgo no solo es para la industria agroexpotadora y la imagen del Perú en los mercados de Europa, sino para todos los consumidores locales que no saben exactamente lo que están consumiendo.
Gomero señaló que existen hasta cuatro fuentes de contaminación del metal pesado que deberían ser rastreadas por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri):
- Plantaciones que han estado en el entorno de la actividad minera.
- El suelo estuvo cargado de cadmio y las plantas lo están tomando.
- Aplicaciones masivas de pesticidas.
- Por fertilizantes que contengan cadmio (la opción menos probable)
De acuerdo al portal Hortoinfo, las plantaciones que han estado en el entorno de la actividad minera con niveles muy altos de cadmio produce irritación grave del estómago, generando vómitos y diarrea, y en ciertas ocasiones la muerte. En tanto, la exposición a niveles bajos de este metal por un tiempo prolongado causa daños en los riñones y aumenta la fragilidad de los huesos.
Cabe resaltar que, a pesar de ser raro en el medio ambiente, el cadmio es uno de los metales tóxicos que más tendencia tiene a acumularse en los alimentos.
FUENTE: LA REPÚBLICA