No es casualidad que El Tiempo siga en los hogares piuranos aún en tiempos tan difíciles de crisis económica, política e institucional, como en la actual pandemia.
Llegar a ser el diario decano de la prensa regional, defender las libertades democráticas, denunciar el atropello a los derechos de los piuranos, siendo fieles al legado de nuestros fundadores, ha costado duras y angustiantes batallas a lo largo de más de un siglo.
Hoy, 106 años después de nuestra primera edición del 9 de enero de 1916, cobra mucho sentido eso de que ‘el tiempo no se detiene’. Ya sea a través el linotipos y letras de plomo o con computadora y teléfonos inteligentes, nunca dejamos de escribir la historia de esta región, en sus mejores y peores momentos. Solo ha variado el ruido de la tecnología usada pero nunca la objetividad.
No ha sido fácil informar a pesar de los estragos de la Primera Guerra Mundial, del terremoto de 1912, etc. Hemos afrontado en distintas épocas los riesgos para la libertad de expresión y de empresa propios de las crisis económicas y años de intestabilidad del país, producto de dictaduras o precarios gobiernos democráticos.
A pesar de una y muchas vicisitudes, desde esta casa periodística, ahora a través de nuestras ediciones impresa, digital y portal web, ni un solo día hemos dejado de informar, orientar, educar, tampoco hemos dejado de ser el vocero de las quejas y denuncias ciudadanas debidamente sustentadas y justificadas.
Además de hacer periodismo de análisis e investigación, para incomodidad de aquellas autoridades que prefieren el silencio o solo hablan cuando no hay preguntas ingratas, brillantes plumas de grandes personajes y líderes han pasado o continúan en nuestras páginas de opinión.
Al cumplir hoy un aniversario más, renovamos nuestro compromiso de informar con objetividad e independencia, ese enorme encargo de nuestros fundadores. En un 2022 difícil para todos por la actual coyuntura nacional y regional, ustedes amables lectores a quienes nos debemos y nosotros como el Diario de Piura, coloquémonos otra vez la camiseta de la región, reiniciemos juntos este nuevo tramo con esperanza renovada y firme compromiso con la defensa de nuestras libertades y el bien común. Con un periodismo honesto y una ciudadanía mejor informada, las crisis solo pueden ser oportunidades para grandes conquistas.