Hoy empieza la anunciada y necesaria fumigación de 150 mil viviendas en Piura, Sullana y Chulucanas. Seguimos preguntándonos cómo se medirá la eficacia de este ejercicio ya que las autoridades han informado que el resultados se calcularán según las casas intervenidas. Sin embargo, no se ha hecho mención alguna al índice aédico ni a cómo se erradicarán las pupas o larvas del Aedes aegypti. 

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Nuestros lectores deben saber que la fumigación por si sola no sirve. Es capaz de erradicar al mosquito en vuelo, pero no mata a las larvas. Precisamente, el invocado “índice aédico” es un indicador que mide el porcentaje de casas positivas con larvas y pupas de Aedes aegypti en una localidad. Hasta el momento, la prensa no ha tenido esa información de las autoridades sanitarias y, según informaciones llegadas a esta redacción, el dato tampoco ha sido mencionado en reuniones técnicas. Será que no lo tienen, se les olvidó o ignoran que existe dicho indicador. ¿Las “150 mil casas” son el resultado de dicho cálculo? No es nuestra intención desacreditar la fumigación, una acción que creemos bastante necesaria en la lucha contra el dengue, pero sentimos que es nuestro deber advertir los vacíos que podrían comprometer el éxito de este ejercicio. Recordemos que de por medio están las vidas de miles de personas y no hay lugar a errores. 

La forma más simple de erradicar las larvas del zancudo es eliminar todos los recipientes y espacios donde éste pudo cobijarse. Incluso aquellos baldes o contenedores donde hubo agua sucia son igual de peligrosos. A diferencia de épocas pasadas, el zancudo se ha adaptado a condiciones que, en otras circunstancias, habrían sido imposibles para su reproducción. Así pues, el clima y la turbiedad del agua no son impedimientos para que la prole del zancudo prolifere. Entonces, para que la lucha contra la enfermedad sea mucho más eficaz se requiere el concurso de la ciudadanía, el apoyo de los moradores dejando que los fumigadores y profesionales de la Dirección Regional de Salud (Diresa) ingresen a las viviendas, así como la práctica de hábitos saludables. En esta “guerra” por la salud, todos somos soldados. 

Y más allá del tema de la fumigación, nos preguntamos por qué les cuesta tanto a los congresistas pedir la salida de la ministra Gutiérrez.