El Gobierno ya publicó una nueva lista de precios de combustible y seguramente invocará a los empresarios griferos a adaptar sus letreros a este “precio sugerido” oficial.
Sin embargo, a pesar de ello, el paro del transporte público continuará hoy y es probable que volvamos a ver esas escenas de vandalismo e inhumanidad en las carreteras y saqueos en los negocios de las periferias urbanas.
¿Qué nos dice esto? Sencillamente, que el Gobierno liderado por Pedro Castillo es incapaz de convencer y que carece de autoridad para imponer la ley sobre estos sujetos que se creen con todo el derecho de interrumpir las vías y afectar gravemente la economía regional y nacional, así como poner en riesgo la vida y la salud de muchas personas (de los daños a la propiedad privada mejor ni hablamos).
Un Gobierno que es incapaz de devolver el orden carece precisamente de la principal característica de todo gobierno: la autoridad. La autoridad está ligada necesariamente a la legitimidad. ¿Puede tener autoridad legal y/o moral una administración que deslegitima su propio discurso cada semana, que da un zarpazo para luego retroceder, jugando a la eterna provocación política y a una incapacidad clamorosa como estrategia?
Definitivamente, no es posible que Castillo y su Consejo de Ministros impongan la ley cuando ellos mismos no la cumplen, cuando se burlan de los fundamentos más obvios de la democracia y parecen empeñados en querer demostrarnos las supuestas limitaciones de la Carta Magna fujimorista para transformar el actual estancamiento moral y material del país en riqueza en el más amplio sentido de la palabra.
Sí, duele que la región haya perdido 60 millones de soles en solo un día de paro, pero duele más sabernos a merced de políticos irresponsables que han creado más situaciones de riesgo nacional que ninguna otra gestión en un tiempo tan corto.
Es necesario que el orden sea reinstaurado, pero pensemos en el orden en términos mucho más amplios y profundos: definitivamente, para llegar a ese equilibrio debemos deshacernos de la idea infantil de que Pedro Castillo y su cohorte comenzará a gobernar bien a partir de hoy o mañana. ¿Y el Congreso qué ha hecho para mediar en este tema? Nada, solo redundar en la vacancia.