La pita siempre se rompe por el lado más débil. Es lo que pasa en el sector salud, un sector lleno de problemas, de cuestionamientos y manejado de manera poco transparente. Han echado al hasta anteayer director del hospital de Sullana por pedir dinero a cambio de una firma.
¿Qué pasa, sin embargo, con los que se hacen de la vista gorda cuando se trata de regalar el oxígeno que nuestros paisanos necesitan? ¿O qué ocurre cuando la inoperancia en la gestión de vacunas sigue sumando muertos y la falta de camas “es un tema nacional que no podemos resolver en casa”.
¿Realmente Piura no tiene dinero para nada? Los dineros que resultan de los beneficios por la explotación de los recursos naturales de estas tierras, ¿sólo sirven para pagarle a gerentes y funcionarios inútiles? ¿No pueden ser usados en beneficio de la ciudadanía? No queremos defender al exdirector del hospital de Sullana -ni su nombre deseamos nombrar en esta columna, pues lo que hizo es, como mínimo, vergonzoso-, pero a esta gestión se le hace mucho más fácil botar a un funcionario -que seguramente en unos meses o semanas reciclará- en vez de atacar el problema de fondo.
Y el problema de fondo es que no tenemos gobierno: no hay quien represente los intereses de la ciudadanía y quien haga valer nuestros derechos. De repente tenemos a un gobernador o a un gerente o a un funcionarios de sabrá Dios qué rango y filiación política, que prefieren jugar a ser los “ángeles del oxígeno” en vez de tocar las puertas de los ministerios o del propio Palacio de Gobierno para traer siquiera algo de esperanza a Piura.
Como suele suceder en estas circunstancias, extrañamos la acción de la sociedad civil (medios de comunicación, gremios empresariales, la Iglesia y asociaciones cívicas) para que dialoguen con un presidente de cuyo talante democrático no dudamos. Esperemos que esta vez, a diferencia del fenecido Colectivo por Piura, no se convierta en un té de tías dedicado a solucionar los problemas del siguiente bicentenario con chifles, cafecito y anécdotas graciosas.
Se necesita acción; si las autoridades no son capaces de actuar, está en manos de la ciudadanía organizarse y lograr algo. El actual Gobierno está de salida, pero podemos aprovechar la situación y sentar las bases de futuros apoyos. ¿Quiénes se suman a esta cruzada?