El Gobierno Regional de Piura solicitará 1.200 millones de soles para obras de prevención. Nos preguntamos, naturalmente, si habrá esperanza de que llegue el dinero, y también qué hará el GORE tanto si llega dicho dinero como si no. En los últimos años hemos asistido a una cita forzosa con la mediocridad del peor tipo, la autocomplaciente, la que vive justificándose en la falta de oportunidades a pesar de que es evidente para cualquier gestor hábil que las oportunidades, a menudo, se construyen o se inventan.
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No obstante, es habitual que nuestras autoridades -no solo las de las diferentes gestiones del GORE- apelen a las puertas cerradas del MEF y a otras carencias previsibles para decir que nada se puede mejorar, arreglar o simplemente hacer. Las consecuencias las vemos a diario: calles pobres y destrozadas, informalidad en cada esquina, delincuencia dejando en vergüenza a la Policía; en suma, una región que, a pesar de sus riquezas, está divorciada del progreso y la modernización infraestructural.
Necesitamos gestores en todas las oficinas desde donde se ejerza el poder político, autoridades que amen menos sus sillones y más su trabajo, organigramas que realmente sirvan y que no parezcan paradójicos homenajes a la inutilidad. Menos mezquindad disfrazada de política y más acercamiento y fomento de la inversión privada; está claro que el Estado y sus múltiples brazos no son suficientes ni eficaces para resolver la vida de los ciudadanos. Existen servicios que, evidentemente, deben estar en manos del Estado, pero, en aras del beneficio al ciudadano, debe priorizarse el pragmatismo ejecutivo, la agilización con transparencia… ¡pero agilización! Piura perdió, por politiquería e ideología barata, la oportunidad de tener un hospital de alta complejidad, así que deberíamos haber aprendido de esa experiencia.
Esperamos que el GORE logre la cantidad que pretende y que dicho presupuesto sea invertido sabiamente y para darle tranquilidad a los piuranos. ¡Pensar que una lluvia de dos horas y una posterior llovizna en la mañana de ayer han dejado nuevamente la ciudad patas arriba, lodosa, más insalubre y más inviable que hace un día! Necesitamos que se trabaje en defensas, en prevención y en mejores infraestructuras que eviten que eventos mínimos causen máximos daños.