Las autoridades han sido claras: no hay personal ni dinero para hacer frente a la creciente ola de contagios.
Nuestra primera pregunta es: teniendo en cuenta la experiencia de dos olas anteriores, ¿no era posible advertir la posibilidad de un colapso? Desde los primeros días de la pandemia, cuando los cálculos mostraban que no seríamos capaces de luchar con ella si las condiciones del sistema sanitario no mejoraban. ¿Cuánto se ha logrado luego de reportajes y entrevistas que repetían el problema, pero parecían hablados contra un vidrio?
Aunque la capacidad de respuesta humana ha tenido un progreso notable para tratar emergencias y prescribir tratamientos, parece que los jefes del Minsa y de EsSalud olvidaron que los médicos, las enfermeras y los técnicos, entre muchos otros trabajadores del sistema de salud, también podían enfermarse e incluso morir.
Este descuido empezó a tomar forma algunos meses antes, cuando se dieron por concluidos los servicios de muchos profesionales médicos y se limitó innecesariamente a los batallones anticovid debido a una interpretación demasiado ingenua sobre el curso del virus. Hoy los hospitales empiezan a sentir las bajas laborales y se hace muy difícil atender diversos tratamientos en simultáneo. Necesitamos médicos y también decisiones basadas en la realidad para entregar de manera justa y segura más recursos a los hospitales y postas.
¿Qué ha pasado en Piura? ¿Por qué en Sullana se contagian los médicos y no hay otros reemplazándolos? ¿Qué ha hecho el Gobierno Regional, a través de su “Comando COVID”, para impulsar la lucha contra el coronavirus?
Aún es posible, sin embargo, que este problema sea encarado por las autoridades y devuelto a Lima acompañado de una demanda que constitucionalmente nos corresponde, la del derecho a la vida.
Es probable que el señor Servando García sepa que está liquidado políticamente; sin el horizonte del interés egoísta, ¿será posible que pueda articular esfuerzos con otros representantes de la sociedad para pedir una estrategia focalizada para Piura, una estrategia sanitaria que constate las carencias infraestructurales de la región y busque superar esta brecha? En las postrimerías de su mandato buscaría el bien común.