Acorralada por el rechazo ciudadano y por un Congreso que la citó de emergencia y se alistaba para interpelar y sacarla de juego vía la censura, la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, no tuvo más que presentar su renuncia al cargo, la misma que fue aceptada casi de inmediato por la presidenta Dina Boluarte.
Se fue la ministra, pero no el dengue, ella pidió disculpas por decir que la enfermedad se iba a controlar en dos semanas, habló de su calidad profesional y hasta de su mamá; pero solo en Piura los muertos ya se acercan a los 100, el sistema de salud sigue colapsado, no hay medicamentos ni insumos para los pacientes, una situación realmente imperdonable que pudo evitarse o ser menos apreminante si se hubiera tenido una ministra o ministro con liderazgo y eficiencia profesional capaz de armar un equipo de especialistas -que los hay- y un mejor plan con metas y resultados para controlar la enfermedad.
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Toca ahora que Dina Boluarte haga un mea culpa sincero, ni siquiera con palabras sino en los hechos. Luego de mantener a una ministra que persistía en el error, al no priorizar la prevención desde los inicios de su gestión que no escuchaba y menos seguía las recomendaciones y advertencias de los profesionales y del Colegio Médico, y que esperó que los hospitales colapsen para recién empezar a fumigar; lo mínimo que debe hacer el Gobierno es nombrar a un ministro no impuesto por Fuerza Popular ni algún otro sector del Congreso, sino uno que realmente dé la talla y lo demuestre desde el primer día.
En tal sentido, sorprende e indigna que minutos después de conocerse la renuncia de Gutiérrez, el premier Alberto Otárola le haya enviado este saludo, en redes sociales: “Te vas del Gabinete, estimada Rosa, pero con el deber cumplido”. ¿Cuál deber cumplido? Para el premier, ¿los cientos de muertos por dengue en el país y su propagación a regiones que antes no eran endémicas, es el deber cumplido? No señor, la exministra se fue porque su gestión hacía aguas por todos lados, porque su permanencia en el Minsa era instenible, indefendible.
Por su puesto, a quienes también les alcanza la responsabilidad por el fracaso en la lucha contra el dengue es a los GORE. No olvidemos que en en el caso de Piura la Contraloría ha denunciado negligencia en la distribución de medicamentos e insumos. ¿No se hará cambios?