Por alguna razón que la Dirección de Inteligencia Sanitaria de la Diresa aún no explica a los piuranos, justo cuando la población más necesita de información actualizada sobre el comportamiento del COVID-19, sopresivamente dejó de emitir reportes diarios actualizados sobre fallecidos, infectados y hospitalizados, entre el 27 de junio y el 1 de julio.

Las críticas y preocupación por parte de la población y gremios como el Colegio de Periodista y la Federación Médica no se hicieron esperar. Dejar a toda una región a ciegas por no actualizar la sala situacional, lo que hace es impedir que los ciudadanos asuman su protagonismo para frenar el contagio con la “nueva normalidad”; y que podamos saber en qué situación se encuentra la pandemia y así extremar las medidas preventivas.

Es más, para el gremio periodístico este “deliberado embargo y omisión de información pública, (que empezó el 24 de junio) (…) induce a la fundada presunción de manipulación, ocultamiento y sesgo de la información”.

Si bien desde el 2 de junio se reanudaron los reportes diarios, extraña que no se siga dando información sobre la totalidad de casos por distritos, como se hacía hasta antes del 27. A pesar de que cada vez es más necesario visibilizar el avance de la propagación, con información lo más real posible, desde hace seis días solo se reporta información de 29 jurisdicciones de la región; en cuanto el resto simplemente se resume con el apartado “otros distritos”.

Esta omisión es más grave de lo que parece. El solo hecho descrito es en sí mismo un atropello al derecho que como ciudadanos tenemos a la información pública, consagrado en nuestra Carta Magna. Hacerlo en plena vigencia del Estado de Emergencia agrava esta mala praxis por parte de los funcionarios responsables.

Si el Minsa, obligado por la presión social, amplió sus reportes de información, permitiendo que con ayuda de expertos como el ingeniero Ragi Burhum, se haga una medición mucho más precisa del COVID-19 (cantidad de contagios por cada enfermo), para visibilizar el riesgo de manera diferenciada; no se entiende por qué la Diresa no amplía su espectro e reporta, por ejemplo, sobre los contagios por sectores, urbanizaciones, asentamientos, con todos los detalles posibles. Informar no es alarmar, es ayudar a prevenir en un momento clave como este.