Las acusaciones contra el presidente Martín Vizcarra son tantas que muchos analistas se preguntan si debe seguir o no en el máximo cargo político nacional. Los que afirman que aún debe vestir la banda presidencial argumentan que es necesario para la estabilidad política y económica del país. Hay, sin embargo, quienes dicen que las reglas de sucesión son claras, Merino de Lama sería presidente y no habría un terremoto político si Vizcarra se aleja del poder y se somete al imperio de la justicia.

Nosotros creemos que las autoridades -y con mayor razón el presidente de la República- deben concluir sus mandatos porque, en el fondo, no hablamos de personas, sino de procesos políticos que podrían verse afectados por la ausencia de sus conductores originales. Si bien es cierto que Vizcarra llegó al poder por el mecanismo constitucional de sucesión en el cargo, con él comenzó un proceso de reformas que no han sido del agrado de un sector interesado en que la corrupción siga controlando el Estado. Nadie hoy pondría las manos al fuego por Vizcarra, y este diario tampoco lo hace, pero es necesario observar el panorama completo: hay un sector del Congreso, alimentado por los rencores del parlamento disuelto, que desea crear un vacío de poder para aprovecharlo y dar la contra, a punta de leyes carentes de legitimidad, a lo que la ciudadanía exigió mediante un referéndum.

¿Que Vizcarra es un delincuente que pidió coimas y cobró más de un millón de soles en una licitación amañada? ¿Que hay exministros involucrados? La justicia debe determinar la veracidad de estas afirmaciones. Ni la prensa ni los congresistas son jueces en este caso, pero sí podemos pensar en que la estabilidad del país requiere tener paciencia.

A veces, en política, no solo debemos pensar en lo que tenemos delante. Lo invisible, lo extremadamente sutil, puede ser esencial en un debate, más aún si se ponen en juego los intereses de grupos abiertamente confrontados. Hay que ver quiénes resultan beneficiados al final de esta historia política de traiciones, presuntos crímenes y obstaculizaciones. Cuando tenemos claro quiénes ganan y quiénes pierden en esta lucha, sabremos qué opción es más conveniente para la ciudadanía y su desarrollo.