Es prioritario que el Congreso atienda la propuesta que en los próximos días presentarán los técnicos piuranos y representantes de diversas instituciones en la región, para que mediante norma se ponga fin a la designación de funcionarios improvisados, en puestos de clave del sector agrario y del manejo del agua, como el Chira Piura.
Es lamentable que en los últimos años instituciones eminentemente técnicas como esta hayan sido politizadas perdiendo autonomía y, en muchos aspectos, operando en función de motivaciones mezquinas de las autoridades y funcionarios de turno o de sus partidos políticos, para quienes lo técnico y la experiencia son lo último que les importa.
Los piuranos no olvidan que en enero del año pasado durante varios días la población y los agricultores padecieron sin agua, y no debido a la naturaleza sino por la ineficiencia de los funcionarios del Proyecto Especial Chira Piura, al contratar a una empresa sin experiencia para efectuar trabajos que demandan gran dosis de especialización, como el mantenimiento del canal de derivación Daniel Escobar.
Otra de las trabas del desarrollo de la región es el constante cambio de funcionarios. La ejecución de obras no puede avanzar porque no se les da a los encargados la debida estabilidad y los controles necesarios. Producto de la bajísima calidad técnica de los empleados improvisados, numerosas obras de infraestructura agraria, incluido el Proyecto Alto Piura, están paralizadas.
Para evitar improvisación en la designación de los cargos que deriva en graves hechos como estos, se debe buscar mejores mecanismos para la selección que debería apoyarse en los colegios profesionales.
De allí la importancia de la propuesta señalada a la que se ha sumado el Consejo Regional. A través de esta se propondrá también que la cuenca del Río Piura sea manejada de forma integral por un organismo técnico, lejos del manejo político como está sucediendo en distintas entidades del sector agrario.