Podemos decir que este GORE es el peor en mucho tiempo, podemos decir que sus funcionarios son ineficaces, que no está dejando nada emblemático de su periodo. Pero nuestras opiniones no tienen por qué restar obligaciones a las autoridades elegidas por el pueblo: el Gobierno Regional tiene la obligación de sincerar las cifras del coronavirus y ofrecer un planteamiento realista al Ejecutivo.
Eso es gobernar. Velar por la integridad de la población de las ocho provincias que conforman esta porción del Perú. Afrontar con la información verdadera la realidad y problemas de nuestro país. Actuar para resolver y para mantener a salvo. La gestión de Servando García debe salir de sus cuatro paredes y decirle a Sagasti que es mentira que la mitad de las camas hospitalarias no se usan, que no estamos en una situación que pueda ser considerada de orden menor, que la gente se muere a razón de cuatro fallecidos por cada cien pacientes cada día, que se le ha quitado la mitad del sueldo a los trabajadores de Salud de la Subregión LCC y que se necesitan recursos.
Gobernar es gestionar, presionar, exigir y obtener cuidando los medios que la ley contempla. ¿Acaso el gobernador teme pedirle una audiencia al presidente Sagasti para contarle la verdad? Este es un tema urgente, no hay protocolos excesivos que valgan ni apatías o temores que tengan perdón de Dios. El GORE necesita recuperar su autoridad y su prestigio. ¡Gobierne, Sr. García!
Tal vez haya temor en un sector interesado de que ciertos rubros sean más perjudicados con una posible cuarentena. Seamos responsables: no creen una dicotomía falsa entre la salud y la economía, como pretenden algunos radicales desorbitados. La posibilidad de que ciertos negocios no sean afectados también debe ser peleada en Lima por el gobernador. Pero debe primar la realidad y no se debe hacer nada que ponga en riesgo la salud de los piuranos, debe prevalecer el dato claro, la circunstancia del poblador y la voluntad de darle seguridad sanitaria del mejor nivel posible, y todo ello debe ser hoy una política constructiva en Piura.
Por otro lado, insistimos en que la ciudadanía debe ser responsable y acatar las medidas de salubridad dispuestas por las autoridades. No se confíe ni se automedique. Nos toca ser sensatos.