Dicen que después de la batalla todos son generales, y en esta pandemia no podía ser diferente. Sin embargo, hay acciones que no se entienden, porque no tienen lógica. En Piura se acaba de instalar la planta de oxígeno que se pidió en mayo, cuando el COVID-19 atacaba con toda su furia.

Las plantas de oxígeno se siguen necesitando, porque el virus no se ha ido. Sin embargo, en mayo y junio mucha gente se pudo haber salvado si hubiese habido la provisión de oxígeno suficiente. Uno de los gestores de la adquisición de balones de oxígeno, el sacerdote Martín Chero acuñó una frase que resume el momento que se vivió: «Nadie debe morir antes de tiempo»; y es que la gente moría al llegar al hospital porque no había oxígeno y por pedidos que se hicieron, la planta no llegó. La misma situación se vivió en Talara. Los familiares de los pacientes debían venir a Piura a abastecerse de oxígeno y entre ir y venir se les iba la vida de sus familiares. Sullana, también vivió ese calvario, y así cada provincia.

Esto pone de manifiesto la falta de reacción del Gobierno. Nadie se explica, por qué no se tomó la decisión de comprar los equipos que, pudieron haber salvado muchas vidas. Hay que destacar que los sacerdotes se pusieron sobre sus hombros una gran tarea: la de conseguir los envases para la adquisición del oxígeno, la de recargar balones y atender a los pacientes. Su ayuda sigue siendo invaluable.

Piura ha pagado un alto precio por la incapacidad de quienes toman las decisiones. Y no solo el Gobierno Central es responsable, también el Gobierno Regional, porque, en otras regiones, como Iquitos todos se unieron para comprar la planta de oxígeno que tanto se necesitaba. Hoy, esa región es la que más baja letalidad presenta. La planta de oxígeno sigue siendo necesaria en Piura, pero las provincias también están sufriendo por esta falta de gestión, sobre todo las de la sierra.

Sin duda, que el Estado camina lento y nunca escucha al pueblo, pero lo que está hecho no se puede cambiar, ahora hay dos plantas de oxígeno en Piura, y ojalá no haya un rebrote y luego de pasada esta pandemia, se instalen en el hospital Santa Rosa.