Creatividad y madurez son conceptos clave en estos momentos en que Piura y el país necesitan reactivar la capacidad de gasto y consumo ciudadano gravemente afectados por la pandemia, al cabo de más de tres meses de cuarentena. En tal sentido, es alentador el reinicio de las obras de reconstrucción en el tramo uno (defensas ribereñas en la zona de Los Ejidos) para generar empleo. Es posible que el cumplimiento de plazos y lo impredecible del próximo periodo lluvioso obliguen a otras empresas -ojalá que también el GR y municipalidades- a acelerar la reanudación de obras de reconstrucción, claro está, respetando estrictos protocolos.

Afortunadamente, no es lo único: la directora de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Amalia Moreno Vizcardo, estima que la construcción de colegios y centros de salud incluidos en el paquete de convenios Gobierno a Gobierno se iniciarán como máximo a fines de setiembre. Y como ya lo ha dicho este matutino, reactivar el sector construcción es mover una serie de industrias relacionadas: empresas de alimentación (que les compran a los agricultores), uniformes, alquiler de maquinaria, combustible, seguros de salud, cementos, fierro, etc.

El economista Jorge Gonzales Izquierdo proyecta que, a nivel nacional, si la mayor demanda de empleo empieza en julio, los efectos positivos para la recuperación económica empezarían a sentirse en octubre. Sin duda, ante la necesidad de proteger la vida frente a las amenazas del COVID-19 y a la vez ante el riesgo de recesión económica, el Estado y los ciudadanos estamos obligados a asumir en los próximos meses el reto de echar a andar el sector productivo, poner el hombro para mitigar los efectos de la crisis económica, pero a la vez extremando responsable y concienzudamente las medidas y protocolos sanitarios de cada sector y empresas.

El Ejecutivo está obligado a adoptar iniciativas audaces, como la creación del programa Arranca Perú para mitigar los graves efectos en los sectores Transportes, Vivienda, Trabajo y Agricultura, que buscará crear más de 1 millón empleos en 24 departamentos, pero sin caer en medidas y normas populistas que lleven al país a desandar lo avanzado, y no solo en el Congreso, causante de súbitos miedos en el sector financiero y educativo.