La mayor expectativa de los peruanos en la última etapa de este Gobierno, más ahora con su renovado Gabiente, es que impulse el rumbo del país y genere las condiciones necesarias para lograr las esperadas mejoras en economía y salud.
Sin dejar de ser verdad que dos de cada tres peruanos con empleo formal lo han perdido producto de la pandemia (según el INEI), es alentador que expertos como el economista Jorge Gonzales Izquierdo proyecten que, tras la reapertura de actividades, el próximo mes ya empezará a sentirse la recuperación del empleo.
Según el especialista, la generación de trabajo renacerá paulatinamente conforme se incremente la producción, cuya recuperación ya empezó en mayo. En el caso de Piura, según el Instituto Peruano de Economía en el primer trimestre del 2020 logró ser la cuarta región del país con mayor crecimiento en producción agrícola (14.7%), solo superada por Huancavelica (17.2%), Lambayeque (21.8%) y Ayacucho (39.0%; ello debido a las mayores áreas sembradas y a que no faltó agua. En el sector construcción, en el mismo periodo la región mostró el mayor avance a nivel nacional con un crecimiento interanual de 8.5%.
Otra razón para el optimismo es el anuncio de la embajadora del Reino Unido en el país, quien ayer expresó el interés de su gobierno en ayudar a reactivar la economía mediante la ejecución de obras de reconstrucción de Gobierno a Gobierno en Piura, con transparencia como eje central e incluyendo a empresa locales y nacionales.
Sin embargo, las acciones y metas en pro de la recuperación económica no pueden estar divorciadas de una eficiente gestión de la salud en esta nueva etapa de la lucha contra la pandemia. Tras los halagos de las primeras horas, la flamante pero experimentada ministra Pilar Mazetti, se enfrenta a tres problemas que si no son resueltos, afectarán seriamente sus decisiones.
Al presidente se le sigue dando información errónea sobre infectados y fallecidos. Solo en Piura, la Diresa reporta 1.520 fallecidos y el Minsa 845. En el país hay poca transparencia en los reportes semanales por distritos sobre casos activos, pruebas PCR, camas UCI y el valor de R (a cuántos contagia cada infectado). Por si fuera poco, no se hace seguimiento a los contactos de cada infectado.