En su intento por obtener la confianza, el gabinete Bellido nuevamente guardó ayer silencio sobre las propuestras del Gobierno con amplio rechazo en la población como la Asamblea Constituyente y optó por el populismo.
La mayoría de ministros y congresistas oficialistas centraron sus promesas y propuestas en acciones asistencialistas, subsidios, créditos para agricultores a través de Agrobanco; millones y millones en proyectos y tranferencias para municipalidades y los GORE; reestructuración de Petroperú, entre otros discursos lamentablemente carentes de sustento técnico.
Los millones de peruanos que a diario enfrentan los graves efectos de la inestabilidad causada por el impresentable premier impuesto por el fundador de Perú Libre, han tenido que atestiguar a regañadientes el otorgamiento de la confianza por parte de un Legislativo obligado a conservar su bala de plata para no ser disuelto; pero ahora con mayor motivación para fiscalizar y escuchar a la calle.
No se le está dando un cheque en blanco ha dicho la propia congresista Betsy Chávez de las filas del lápiz. Y tiene mucha razón, la nueva evidencia de sujeción del presidente Castillo a Vladimir Cerrón, al desisitir a última hora de mandar a su casa al alfil Bellido y sus amigos, ha minado aún más su bajísima aprobación en su primer mes en el cargo.
Si bien ayer el exgobernador de Junín y los ministros celebraron de inmediato su continuidad en el cargo, lo cierto es que, salvo pocas excepciones, tienen los días contados.
Tal como lo señalan los analistasy economistas consultados por este medio, lo único que devolverá la credibilidad de parte de la inversión privada, requisito indispensable para generar empleo y asegurar el crecimiento económico sostenido, es que el presidente de la República se independice de Perú Libre.
El otorgamiento del voto de confianza no pondrá fin a la inestabilidad, se tiene que recomponer el Gabinete y retomar la comunicación con el frente privado. O se dan estas condiciones o el dólar no bajará. El esquema de la inversión pública y déficit fiscal ya fracasó en el pasado.