Jefe de Qali Warma, Jesús Ocampos Mogollón, indica que hay recursos para evitar cualquier indicio de malos manejos en compra de alimentos.
Durante este año se tuvo que hacer el reparto de alimentos del programa Qali Warma a cada alumno por la pandemia del COVID-19; esto se tuvo que hacer para garantizar la alimentación de los estudiantes.
Actualmente, se está evaluando si es que el próximo año las clases serán presenciales, pero ya se tiene previsto un plan si continúa la emergencia.
Además, se está llevando a cabo el proceso de compra y el jefe de Qali Warma en Piura, Jesús Ocampos Mogollón, indica que para evitar actos de corrupción, la digitalización ha sido el mejor aliado y también durante la emergencia sanitaria.
–¿Cómo está trabajando para evitar la corrupción en la compra de los alimentos para el programa?
Todo el programa a nivel nacional -y, en concreto, en la región Piura- funciona a través de un modelo de cogestión, parte del trabajo articulado [es] del programa; otra, de las instituciones públicas y la sociedad civil. En todo ese modelo de cogestión contamos con cinco comités de compra y estos no están conformados por ningún trabajador de Qali Warma.
–¿Quiénes integran los comités?
El presidente del comité de compra es el gerente de Desarrollo Social de la municipalidad provincial que tenga el mayor número de instituciones educativas. Además, conforman este comité el subprefecto de la provincia, el representante de la red se salud de esa provincia y adicionalmente dos padres de familia; uno de nivel inicial y otro de primaria. Se escoge de la institución más grande de la provincia. El programa también tiene supervisores de compra que brindan asistencia técnica a este comité de compra.
–¿Cómo vigilan el proceso de compra?
Actualmente, estamos en una etapa de selección. Ya se hizo la convocatoria. Luego se sigue el protocolo que se exige para el proceso. Después sigue la evaluación de los almacenes. Luego de esta evaluación, sigue la propuesta económica y de acuerdo a eso los participantes postulan. Todo esto se hace a través de una urna de cristal, programa que fue premiado el año pasado. Lo que se hace es instalar una cámara a través de la plataforma del programa (en este caso, la página web que transmite la sesión del comité de compra). Los únicos que participan de esa sesión son el comité y los supervisores del mismo. Otras personas no pueden estar en esa sesión. En esto nos ha ayudado mucho la digitalización para evitar estos actos y, también para trabajar durante la emergencia.
–¿Cómo se hizo el reparto de alimentos este año?
A raíz de la pandemia se tuvo que modificar el marco normativo del programa mediante el cual se establecía que los productos sean entregados directamente a los padres de familia de los alumnos para su preparación y consumo en casa. Ahora se está evaluando si las clases serán presenciales y de acuerdo a ello se hará el reparto a los colegios o directo a los alumnos.
