En respuesta al plan económico que ha propuesto Perú Libre, el director del gremio empresarial, Aldo R. Defilippi, aseguró que se destruiría lo logrado en los últimos 30 años.
El plan económico que ha propuesto Perú Libre llevaría a Perú a ser un marginado internacional, como lo es ahora Venezuela: el poner trabas a las importaciones afectaría a los tratados de libre comercio (TLC), con lo cual el dólar se dispararía aún más, habría alza de precios -incluso en la canasta básica familiar-, habría escasez o productos de mala calidad. En resumen, un desastre económico. Así lo explicó en entrevista exclusiva con El Tiempo el director ejecutivo de la Cámara de Comercio Amaricana del Perú (AmCham Perú), Aldo R. Defilippi.
–¿Cómo es nuestra situación en cuanto a importaciones y exportaciones?
En el 2020, Estados Unidos se mantuvo como el segundo socio comercial más importante del Perú, con un 16% de las exportaciones peruanas. Respecto a importaciones, es el segundo mayor proveedor, con 18,5% del volumen total importado. A cambio de los productos que exportamos -como frutas, prendas de vestir, hortalizas, tubérculos, combustible, pescado, cobre, etcétera-, importamos máquinas, vehículos, tractores, productos para las industrias químicas, tecnología y otros. Importamos para la industria, de tal manera que luego esta misma pueda exportar.
–También importamos productos para el consumo. ¿Cuál va a ser el efecto de poner trabas a la importación como propone el candidato Castillo?
Importamos mucho maíz, que no se produce en el Perú, para poder alimentar a los pollos, que es un alimento básico peruano, y la producción nacional de maíz -para preparar el alimento de estas aves- prácticamente no existe aquí; luego tenemos el trigo. Si esas importaciones se encarecieran por una gran subida del dólar o se prohibiera la importación, si se pusieran aranceles, el precio de los productos, como el pan, fideos, harina, el pollo, no solo subiría sino que estos escasearían.
–¿Una solución a este posible desastre podría ser controlar los precios?
No se trata de poner control de precios porque está demostrado, por los años en los que tuvimos este mecanismo, que cuando el costo de producción es mayor que el costo de venta, el producto desaparece. Este es el caso de Venezuela, en que prácticamente todos los productos han desaparecido. Tenemos varios productos que son demandados en otros países y que, si nosotros pusiéramos barreras a la importación, los otros países nos pondrían barreras a la exportación de nuestros productos. Nadie se va a quedar tranquilo si no les queremos comprar.
–Si Castillo ganara la presidencia y se aplican estas restricciones, ¿el Perú se convertiría en un paria comercial?
Sí, claro, miremos a Venezuela que tenía la riqueza del petróleo. Mientras existían los dólares provenientes de las exportaciones de este, ellos podían seguir importando lo que necesitaban, como medicina y equipos, pero cuando se les acaba el petróleo, ya no tienen de dónde sacar; y si tú no exportas nada, no tienes recursos para importar bienes para la población, insumos para la industria, con lo cual el consumidor, todos los ciudadanos -sean ricos o pobres- se van a perjudicar.
-Quizá la preocupación del candidato sea que estemos importando mucho más de lo que logramos exportar, que nuestro país no genere riqueza interna.
Debe existir un equilibrio entre lo que se importa y lo que se exporta y, de hecho, la balanza comercial de Perú es superavitaria; es decir, exporta más de lo que importa. Si sigue el buen curso que ya tenemos, se espera que este año o el próximo, la producción exportable vuelva a crecer un 10%; es decir, se espera un rebote del comercio exterior, sobre todo porque el precio del cobre está subiendo.
–¿De qué manera podríamos defender los TLC para evitar que se pongan las trabas propuestas?
Hay TLC que fueron aprobados por el Congreso; si tenemos un gobierno democrático, el Ejecutivo no puede cancelarlos. Si mal no recuerdo, los TLC con Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá, fueron aprobados por el Congreso. Para ser anulados, tendrían que pasar por este. Aunque hay otros TLC que solo fueron aprobados por el Ejecutivo, me parece que uno de esos es el firmado con China, también con Singapur, Corea del Sur, Tailandia, Panamá, Costa Rica, Japón, Honduras, Australia, me parece que esos no pasaron por el Congreso. Los principales socios comerciales pasaron por el Legislativo, creo que salvo China.
–Es decir, los TLC más importantes no pueden ser alterados, a menos que esto se haga de manera dictatorial.
A menos que el Congreso los derogue o que no se respeten las medidas democráticas y se haga de una manera totalmente autoritaria.
–En ese caso extremo, ¿le tocaría intervenir al Tribunal Constitucional?
Bueno, si se hace de manera autoritaria y el Congreso apela al Tribunal, y si el Tribunal Constitucional siguiera funcionando, podría intervenir. Cerrar las importaciones sería un desastre total para el país. Los dos factores que más han contribuido al crecimiento del país y a la generación de empleo, han sido la estabilidad macroeconómica y la apertura comercial. Si cerramos las fronteras, eso no solo afecta al productor y al consumidor, por no tener disponibilidad de bienes y servicios, sino que afectará la estabilidad macroeconómica, con lo cual el costo de los créditos al país, la venida de inversiones, va a verse tremendamente afectado.
–Sucede que un gran sector de la ciudadanía no comprende qué tan grande sería el perjuicio, al no ser ellos importadores o exportadores…
O los productos bajan su calidad, suben de precio o desaparecen. Recordemos el primer gobierno de Alan García, cuando pusieron un tope al precio del pan: primero empezaron a reducir el tamaño del pan, luego usaron productos de mala calidad y, al final, cuando querías un producto, no había porque no teníamos insumos para producir.
–Entonces el impacto de la vulneración de estos TLC sería tremendo, Perú sufriría un desastre económico.
Sí, sería tremendo. ¿Te imaginas si, en lugar de importar un tractor libre de impuestos, lo tenemos que importar con estos? Y también quiere decir que para exportar tendremos impuestos, habrá trabas, y mira la cantidad de trabajo que se genera con todos los productos agrícolas que exportamos. Entonces esos productos se verían altamente perjudicados, la palta, las uvas, los arándanos, espárragos; tenemos que considerar la reciprocidad, importar para exportar.
–¿Hablamos de un quiebre de empresas?
Por supuesto, las empresas que son grandes exportadoras, no tendrían capacidad de producir para exportar; el consumo local es muy pequeño y, por lo tanto, se generaría cierre de empresas, despido de trabajadores, y lo más probable es que las empresas se vayan a otros países. Va a ocasionar más alza del dólar, más escasez, más desempleo, los indicadores macroeconómicos se deteriorarían.
–Por otro lado, ¿qué es lo que hace que un país pueda tener mayor actividad económica, mayores inversiones, mayor comercio, que pueda generar más empleo y mayores ingresos para la población?
Garantizar la seguridad jurídica para que haya un buen clima de negocios. Si no se sabe qué va a pasar mañana, difícilmente alguien va a invertir. La estabilidad macroeconómica también es importante porque el Perú se preocupó durante muchos años de esto; que haya baja inflación, que haya reservas, un bajo nivel de deuda, que las clasificadoras internacionales nos vean como un país apropiado para invertir.
–¿Perú se ha estado manejando adecuadamente en los últimos años?
Durante los últimos 20 o 30 años, el Perú es uno de los que ha tenido la más baja inflación de América Latina, una de las más bajas deudas externas después de Chile; el sol es la moneda más estable que ha habido en el continente gracias al buen manejo del BCR; la economía, pese a la pandemia, se está recuperando casi de manera similar a la de México, Colombia, Chile.
–Pero no todos entienden cuál es la importancia de estos indicadores para su vida diaria.
La importancia es muy grande, así no lo entiendan muchos. Por ejemplo, en el 2005, Perú tenía el 47% de pobreza; mientras que en el 2017 era el 18%; es decir, la población pobre bajó casi en 30 puntos. En el 2005, lo que se consideraba como población vulnerable era el 36%, y esta se ha mantenido más o menos, pero los grupos que pasaron a la clase media, en el 2005, eran 16%, y en el 2017 eran casi el 40%. Sin embargo, el mal manejo de la pandemia perjudicó los indicadores que teníamos.
–En un posible gobierno de izquierda, ¿todo lo bueno que Ud. comenta daría marcha atrás? Existen propuestas descabelladas, como dar el 10% del PBI a educación y otro a salud.
Tú no puedes hacer cosas imposibles, dejaríamos sin pagar a otros rubros. Las correas salen del mismo cuero; es decir, si el PBI no crece, no hay posibilidad de aumentar lo que tú asignes a un sector, sino solamente a costa de reducirle a otro.
–Al candidato le corresponde ser coherente…
Las medidas que se tomen deben ser bien pensadas. Regresando a las importaciones, si tú las suprimes, el resto del mundo te va a suprimir las exportaciones, nadie te va a comprar nada, y vivir autónomamente, sin ningún producto importado, ya lo vivimos en la época de Velasco, en la que no había muchísimos productos, y los que había eran de muy mala calidad y de alto costo. Lo que los países hacen es dedicarse a producir lo que hacen mejor, en lo que son más eficientes y competitivos, y con el dinero de las exportaciones, se importa aquello en lo que no somos buenos produciendo y que en otro país sí se produce mejor. Así todos nos beneficiamos.