¿Es bueno que presos de extrema seguridad vayan a los penales del INPE? La respuesta genera polémica. Para algunos es la venganza de la izquierda contra las políticas antiterroristas de Fujimori.
Para otros, se intentaría beneficiar a sediciosos que cumplen sentencia; una tercera posición deja entrever un aprovechamiento político para presionar a la bancada fujimorista o desviar la atención de temas importantes en el país.
¿Son los penales a cargo del INPE los más seguros? Ningún penal hoy es modelo de rehabilitación. Son una coladera, desde los penales se comercializa drogas; se programan extorsiones y hasta ejecuciones vía sicariato. Muchos reos, con dinero, tienen acceso a celulares y beneficios, por tanto están permanentemente comunicados con el exterior.
Otro problema es que en los penales falta espacio y no se puede cerrar todo un pabellón para tener a tres reos “peligrosos” en vez de 100. Es cierto, las FF.AA. no pueden seguir de carceleros, por lo que llevar a las cárceles a estos reos no solo se requiere de venganza o alharaca política, sino de medidas más responsables que lleven a mejorar las condiciones carcelarias en el país.