En el Perú, a junio de este año se reportaban 193 conflictos sociales. 138 de ellos activos, tipo volcán en erupción y 55 en estado latente, solo humareda, pero que hoy, a 100 días del gobierno de Pedro Castillo, todos ellos, al unísono, amenazan con activarse con la única consigna de generar caos, confusión y golpear al propio gobierno de turno.
Lo más extraño es que siendo la premier, Mirtha Vázquez, una reconocida antiminera, los conflictos que se han desatado con intensidad son precisamente mineros, paralizando las actividades como de Antamina, con pérdidas mayores a los 10 millones de dólares por día, afectando a más de 100 mil personas. Igual pasa en la selva con Petroperú, en Apumayo, en el sur, y acá en el norte con el ataque vandálico a Caña Brava.
El propio Vladimir Cerrón, en un acto de despecho irresponsable amenazó con levantar al sur minero contra Pedro Castillo. Analistas políticos coinciden en que todos quieren aprovecharse de la debilidad del Estado; mientras los más recelosos creen de que se trata de una estrategia política para militarizar al país y poder ejercer el poder de manera autoritaria. Habrá que estar atentos.