Hasta ahora se calcula que el Estado ha entregado en bonos la suma de S/ 5 mil 500 millones de soles (en la reconstrucción de Piura se planteó invertir S/ 7 mil millones) lo que equivale a 0,67% del PBI. Sin embargo, y según sondeo de Datum, el 73% de ciudadanos creen que esta medida, como otras económicas lanzadas por el mandatario Martín Vizcarra, sigue siendo insuficiente.
El gobierno reconoce errores en este beneficio que desde un inicio debió ser universal, pues no se tomó en cuenta que el 70% de peruanos sobreviven en la informalidad y viven de lo que puedan conseguir en la calle. Tampoco se consideró la precariedad de sus viviendas ni las carencias de electrodomésticos, de allí la necesidad de salir a las calles y por consiguiente, llegar a los niveles de contagio de hoy.
Gamarra es el ejemplo vivo de esa informalidad. El problema que se está gestando con ello, más allá de los bonos, es que si el Estado no hace nada por incentivar la formalización de las pymes y alentar los emprendimientos, la informalidad alcanzará niveles preocupantes que afectarán principalmente la recaudación fiscal y las políticas económicas del propio Gobierno