En nuestra región Piura, y en ninguna otra del país se ha vuelto a la “normalidad”. Nada volverá a ser como antes de la pandemia y eso debemos asimilarlo en un momento en que muchos ciudadanos ya están planificando las jaranas y reuniones de fin de año, pensando en la visita a los cementerios por las velaciones, en volver a la misa dominical o en los paseos grupales a las playas más concurridas de Piura.
El coronavirus, quiérase o no, sigue rondando las calles y los puntos donde hay mayor concentración de personas; pues cuando pensábamos que en Piura ya lo habíamos doblegado, ya que solo se reportaban entre tres y cinco fallecimientos por día, por COVID-19; el lunes nos sorprende una nueva cifra: 23 víctimas del virus en solo un fin de semana, según lo reporta la Diresa Piura.
Igualmente, hay reportes de rebrotes en el sur, por lo que si bien se han levantado algunas restricciones para las iglesias o las playas, no podemos confiarnos en que la pandemia ya fue en Piura; por lo que es casi un deber mantener los protocolos estrictos de sanidad y, sobre todo, no hacernos ilusiones con las visitas masivas a playas, templos y cementerios.