La agitada entrevista del periodista de la CNN al presidente Pedro Castillo, seguirá dando qué hablar; pero hay un tema de fondo que preocupa a muchos ciudadanos en un año electoral para elegir gobernadores y alcaldes: ¿Deben las instituciones públicas, en nombre de la “democracia”, caer en manos de aventureros, arribistas, investigados e ignorantes del manejo público?
¿Deben los ciudadanos ser comprensibles y tolerantes con estos gobernantes mientras “aprenden” a dirigir una región o un país?
La labor de político está tan desprestigiada que los ciudadanos notables, estadistas, líderes empresariales capaces de dirigir un país o una provincia se resisten a hacerlo por lo ingrato del cargo y porque las instituciones públicas están plagadas de corrupción.
De allí que los oportunistas sean los primeros en organizar movimientos, constituirse en ‘líderes’ con su plata y postular a un cargo público.
Si no queremos que más improvisados sigan retrasando el desarrollo de los peruanos es hora de pensar bien a la hora de votar y en especial exigir a los postulantes capacidad comprobada e instrucción para gobernar.