Sabiéndose ganador, Vladimir Cerrón insiste en hacer públicas sus propuestas impresas en el “Ideario Cerrón”. La niña de sus ojos es la asamblea constituyente para redactar una nueva constitución a su medida. Lo segundo, maniatar a la prensa con una “ley de medios” y así eliminar legalmente cualquier investigación a sus andadas en Junín o a la toma total del país.
Para la asamblea ya están intercambiando firmas por fideos. Están tan apurados que, tan pronto se ponga la banda presidencial Castillo, se darán a la tarea de constituir este año la asamblea constituyente. El otro objetivo es amordazar a los medios de comunicación para acallar cualquier investigación que puedan hacer pública, sobre todo, con el caso los “Dinámicos del Centro” que involucra al propio Cerrón.
La regulación de medios no es nuevo, lo aplicó Hugo Chávez en Venezuela y Rafael Correa, en Ecuador, le siguió los pasos. La estrategia es simple: obligar por la vía legal a recortar contenidos bajo drásticas sanciones económicas que pueden llevar a la quiebra a los medios. Eso de que Castillo suavizó su plan de gobierno era solo estrategia de campaña. El plan Cerrón sigue en vigencia.