La propuesta lanzada por el candidato Pedro Castillo de intervenir (confiscar) a las AFP es casi como meterle la mano al bolsillo de los afiliados y robarles en sus narices el dinero ahorrado durante muchos años de esfuerzo y trabajo. En aras de hacerse del sillón de Pizarro, el líder del lápiz no ha medido el impacto que esta medida tendría en 7.8 millones de afiliados en el país.
En el ideario y programa de PL se afirma que las AFP son una forma de esclavitud moderna que obliga al trabajador a aportar sin oportunidad de escoger otra… por lo tanto, proponen fortalecer el sistema nacional de pensiones y eliminar el sistema privado. Algo que no es cierto, pues el trabajador sí puede escoger entre el SNP y una AFP, él decide.
Es evidente el manoseo político al que están sometidos por estos días los fondos de pensiones, tanto así que hasta el Congreso ha terciado proponiendo que los fondos de los trabajadores pasen al sistema financiero como cuenta intangible; con un claro afán de debilitar o desaparecer este modelo de pensiones, que si bien tiene algunos defectos, es a voluntad y en libertad del propio trabajador escogerlo o quedarse en el sistema nacional de pensiones.