Con eso del confinamiento estricto en diez regiones del país, entre ellas la capital, algunos postulantes al Congreso volvieron con la cantaleta de postergar las elecciones del 11 de abril. Argumentan que los candidatos presidenciales deben suspender toda actividad presencial por lo menos durante un mes en todos estos lugares y los obliga, además, a rediseñar toda su estrategia de campaña.
Desde hace mucho quedó claro que estas elecciones serán atípicas, sin mítines ni visitas presenciales en los poblados rurales o urbanos, por lo tanto, pedir postergación de la consulta electoral bajo esta justificación suena a necedad; sin embargo, sí hay un detalle en el cual los propios partidos y el Estado deberían poner más esfuerzo: el dar a conocer las propuestas de los aspirantes.
Hoy el internet y las redes sociales han facilitado el mundo a muchos, en especial para las campañas electorales, pero no podemos dejar de lado la gran brecha digital que exhibe nuestro país. Es evidente la desigualdad en el acceso a la tecnología y la información, por tanto, si quieren llegar a la población deberán hacer un mejor esfuerzo, así el elector no llegará a las urnas a votar a ciegas.