Aunque a los repentinos simpatizantes de la izquierda su fanatismo por PL los ciegue o guarden la esperanza que un gobierno socialista saque a los pobres de su miseria, las evidencias demuestran que en esta segunda vuelta electoral los izquierdistas no solo buscaban ganar una elección sino convertir al Perú en la cabeza de playa del comunismo en Latinoamérica.
Geopolíticamente nuestro país es estratégico para desde aquí intentar el control de países vecinos. No es gratuito el apoyo y esfuerzo del Foro de Sao Pablo y los líderes de las izquierdas de Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, Nicaragua y Lula Da Silva. Igual, el apoyo de connotados comunistas que se pasean departiendo con dictadores y a quienes se ha visto activamente en nuestro país dirigiendo la campaña de PL.
Por tanto, si se ratifica el triunfo de Pedro Castillo, Perú pasaría a ser miembro del club del socialismo-comunismo, con todas sus teorías e ideología totalitaria que la acompaña. ¿Seremos como Venezuela o Cuba? Dependerá del plan de gobierno de Castillo y de no dejar meter mano en el gobierno al extremista Cerrón, quien cree que es su partido el ganador y no Castillo. Esa es otra historia.