La ineptitud y la corrupción en el gobierno de Pedro Castillo han llegado a niveles de escandalosa impunidad, tanto así que la población ha perdido hasta el poder de sorprenderse.
El ejemplo está en la compra de fertilizantes, pues la incapacidad y la angurria de los pillos (por sacar su propia tajada en la compra) han hecho que la licitación se anule ¡tres veces! al encontrarse indicios de irregularidades en los procesos, pero también por las dudas que despiertan los proveedores improvisados.
Dinero hay para comprar los fertilizantes, y tal vez la buena intención de rescatar el agro peruano, el problema está en la improvisación e incapacidad de quienes se les encarga los procesos de compra. ¿O son unos inútiles, están detrás de una “coima”… o ambas cosas? La realidad es que ya se inició la campaña chica y los fertilizantes prometidos no llegan, ni llegarán a tiempo.
Lo que sucede en el Midagri es lo mismo que está pasando en otros ministerios donde la improvisación y la falta de profesionales idóneos para el cargo, están matando las expectativas de los gremios y la población, así como estancado los procesos de desarrollo para el país.
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