Lo que sucede en el GORE Piura debe preocupar a los piuranos, pero principalmente al propio gobernador, Servando García.
¿Cómo es que en su misma cara el exgerente general armó una red “de monitoreo de proyectos”, no precisamente para seguimiento de las obras, sino para cobrar el famoso “diezmo” por las obras millonarias, según se conoce de la investigación fiscal?
Y debe preocuparle porque las investigaciones abren otros frentes como la utilización del Gore como agencia de empleos. También se denuncia “bolsas” de aportes de los trabajadores para la campaña de su hermano al Congreso; así como indicios de otras coimas por obras diferentes a la de Máncora. Incluso, la forma cómo se entregaban los “aportes” es evidencia de que estamos ante una bien montada red delictiva.
¿No sabía nada el gobernador? Una de las asistentes afirma que Torres Saravia pedía informes para darlos a conocer al gobernador… parece que hay evidencias suficientes para que la fiscalía envíe a prisión preventiva a los implicados. ¿Cuánto ha perdido Piura con estos actos de corrupción? Las investigaciones lo dirán para sufrimiento de los trolls.