La arena política está en ebullición estos días, sin embargo la polémica no debería centrarse hoy en la vacancia de Vizcarra por incapacidad moral, sino en las consecuencias y el daño que esta podría hacerle al país sumido en una crisis sanitaria y de corrupción. ¿Nos da alguna garantía que Manuel Merino, presidente del Congreso, asuma la presidencia de la República? ¿Tiene Merino un gabinete, la capacidad, experiencia y solvencia moral para hacerlo?

Las denuncias que hacen los aspirantes a colaborador eficaz contra el presidente Martín Vizcarra, les reafirmó el ánimo y les otorga las herramientas de la legalidad a los miembros de este Congreso para buscar la vacancia y de hecho ya andan ajetreados reuniendo el número suficiente de firmas para solicitarlo.

Pero si bien todos quieren participar del apanado a Vizcarra -pues las acusaciones son muy serias-, las consecuencias de una vacancia nos pone ante una crisis política casi de terror, porque sabemos que este Congreso lo que busca es extender su permanencia, pues un año les parece insuficiente. La extensión, por mínima que parezca, sería suficiente para desarmarnos hasta el proceso electoral.