Cada vez se hace más interesante el drama novelesco: “La vacancia de Vizcarra”. Ahora el mandatario quiere apurar su “juzgamiento” pidiendo que sea esta semana su presentación ante el Congreso y no el 9 como lo han propuesto sus “vacadores”. ¿Tendrá algún as bajo la manga o solo torear y ganar tiempo ahora que no reúnen los votos suficientes para su vacancia (87 votos)?
Mientras tanto, hay quienes insisten en calificar la decisión del legislativo de “payasada”, pero más que eso es el apuro, pues si bien el Congreso tiene la potestad de pedir vacancia por incapacidad moral, esta debe sustentarse sobre hechos concretos, no sobre supuestos, porque ante la ley, son las pruebas las que determinan la culpabilidad de los acusados.
En el ámbito legal, aunque no nos guste, los testimonios de los aspirantes a colaboradores eficaces no han sido admitidos por un juez, y es este quien valida la calidad de colaborador y lo acepta como parte de la investigación. Vizcarra va a ir a juicio –así debería ser-, pero por ahora es la propia justicia la que lo salva porque no ha iniciado ningún proceso y, conociendo como se actúa en el Perú, tendremos telenovela para rato.