Parece que el globo de ensayo de Pedro Castillo y sus huestes respecto a que se “arrepintió” a último minuto de convocar a elecciones generales, está dando buenos resultados: la oposición en el Congreso, débil y dispersa, se ha ablandado más a tal punto que se ha vuelto indulgente con dos de los ministros más cuestionados del gabinete de Aníbal Torres, el de Salud y el de Justicia.
En las filas de Fuerza Popular y Renovación Popular, las bancadas más inflexibles y severas opositoras al gobierno y a la permanencia de ambos ministros, se han dado “un tiempo” de ¡un mes! para evaluar si censuran o no a ambos funcionarios… algo raro, pues ambos grupos políticos fueron los promotores más entusiastas de bajarse a estos dos personajes que en su presentación en el Congreso, dejaron más dudas que respuestas.
Siendo así, es probable que la oposición sin liderazgo solo termine en un show mediático y con mucha bulla porque –al parecer- más importante para los legisladores opositores es conservar su curul que arriesgarla por un bien mayor: la gobernabilidad y el respeto a la institucionalidad en el país.