El presidente Pedro Castillo es tan “inocente” (o tan ignorante de la gestión pública) que no se da cuenta que las jugarretas del secretario de la presidencia, Bruno Pacheco, podrían implicarlo en delitos como patrocinio ilegal, tráfico de influencias y abuso de autoridad… salvo que haya sido el propio mandatario quien intentó influir en el superintendente de la Sunat, Luis Vera, y por ello es que no lo toca, pese a que Pacheco ya tiene antecedentes en el caso de los ascensos de las FF.AA.
¿Qué tan útil es Pacheco para Castillo? ¿Por qué la premier Mirtha Vásquez se hace de la vista gorda en este caso… es realmente Pacheco quien está detrás de las metidas de pata o es el propio gobernante? Es imperativo investigar para determinar quienes son los que intentan corromper o influir en la entidad recaudadora y en otros sectores del Estado.
La Sunat es odiosa para muchos, pero a pesar de ello cumple una función necesaria y útil en la recaudación y por ello no puede someterse al poder político; de ser así, la fiscalización y la cobranza tributaria caería en manos de la horda de corruptos que siempre andan en busca del favor político y así evadir sus obligaciones.