Vladimir Cerrón, padre de PL y padrino político de Pedro Castillo, se las sabe todas. Invitó al profesor al Congreso partidario para este 24 de julio, previo a la asunción presidencial, pero Cerrón será el orador principal (él es dueño del circo). Allí se ratificarán las “metas irrenunciables” del partido, como la asamblea constituyente, cambio de Constitución, entre otros puntos de su “ideario”.
Esta cita será un examen de evaluación obligatorio para Castillo, porque allí, previo a ceñirse la banda presidencial, se verá obligado a ratificar esas “metas irrenunciables” y con ello a demostrar fidelidad y obediencia a PL (es decir, a Cerrón). Y para que no quede duda, el gobierno no es de Pedro Castillo sino de Perú Libre, reafirma el dirigente de PL… ¿Más claro?
Castillo se esfuerza tratando de armar equipo con las otras izquierdas y hasta anuncia un gobierno de apertura y sin revanchismos. Por su lado, Cerrón insiste en manipularlo, someterlo al partido y hasta darle la tarea de imponer el “ideario” como prioridad por encima, incluso, de la pandemia. Si Castillo no se amarra los pantalones, definitivamente sucumbirá a los deseos de su padrino.