Si muchos creyeron que el estribillo de campaña, “no más pobres en un país rico” iba a ser realidad tan pronto Pedro Castillo se ponga la banda presidencial, se equivocaron. La crisis política que ha generado el primer gabinete remendando con personajes cuestionados y otros no aptos para cargos de tanta responsabilidad, está empujando a la economía a un estado de alarma.
A corto plazo la presión alcista del dólar genera pánico entre los inversionistas, pero también afecta la economía de la población de a pie. El pan, el pollo, el aceite suben, al igual que los combustibles; la Bolsa de Valores se desplomó en 15,13%; mientras los inversionistas liquidan sus acciones por la inestabilidad política y económica que se viven en el país.
Esta crisis no es culpa de la “derecha resentida que clama venganza”, como argumentan los adeptos de PL, sino efectos de la inestabilidad política que alienta el partido de Vladimir Cerrón. Moody’s, Grupo de Riesgo Soberano afirma que el Perú está al borde de una crisis de magnitudes incalculables que afectará a toda la población, y esta se agravaría mucho más si se persiste con el tema de la asamblea constituyente.