Después de los mercados, las farmacias son las más visitadas por estos días de pandemia. Lo curioso es que tras el anuncio del presidente Martín Vizcarra, de que todas las farmacias deben vender medicamentos genéricos para el COVID-19, desapareció la dichosa medicina.
Hasta ayer las farmacias seguían controlando la venta de medicinas para el coronavirus con supuestos desabastecimientos y costos diversos (la azitromicina y la ivermectina) tenían hasta 15 precios diferentes, llegándose a cotizar a 150 soles un gotero de ivermectina en el ‘mercado negro’ y veterinarias informales. ¿Los genéricos? tampoco existen por estos días en las góndolas de las farmacias.
Frente a este desenfreno en el negocio de medicamentos, muchas son las víctimas, pero pocos los que están ganando como son los consorcios farmacéuticos y los informales, aquellos que compran y desabastecen las farmacias para luego revender productos a precios exorbitantes aprovechándose del drama y la desesperación.
El control en este sector aun es pobre y las sanciones solo siguen escritas en papel para las farmacias, pero no alcanzan al truhan del mercado negro.