¿Regresar o no regresar a clases presenciales? Ese es el dilema de los ministros de Educación y Salud; detrás de ellos va el debate y las opiniones de maestros, médicos y entendidos quienes abogan por mantener a los escolares en sus casas porque los colegios no reúnen condiciones sanitarias o de infraestructura para recibirlos… ¿Tan difícil es mejorar y poner operativos los colegios?
El tema es espinoso por donde se le toque y la justificación más potente para prorrogar el regreso es la salud. Se dice que los niños corren el riesgo de contagiarse y llevar el virus a sus casas; las estadísticas, sin embargo, presentan la más baja morbilidad y mortalidad. Un buen sistema de bioseguridad y control puede superar el inconveniente.
Pero lo que no se puede revertir fácilmente es el daño emocional que les está generando la falta de instrucción y la socialización, lo que afectará -según especialistas-, en su desarrollo cognitivo. ¿La vacuna? Para menores de 5 a 11 años no ha sido aprobada por los organismos internacionales de la salud, por tanto no hay esperanza a corto plazo. Y mientras no regresen a clases, los niños seguirán en parques y centros comerciales.