La percepción de los peruanos, casi en vísperas de Fiestas Patrias, es de pesimismo, desesperanza y temor. Por un lado tenemos a un presidente acorralado por presuntos actos de corrupción y que, a pesar de evidencias y acusaciones, así como a su bajísima aprobación, se atenaza con uñas y dientes al poder. En ese intento por mantenerse a flote, ha echado mano a una herramienta eficaz, pero peligrosa: el populismo.
No se sabe qué anuncios hará Pedro Castillo en el mensaje del 28 de julio, pero los analistas políticos y económicos no dejan de preocuparse porque es seguro que anunciará una ‘lluvia de maná’ para los pobres y más promesas de ‘riqueza’ para los decepcionados con su gobierno ilusorio e ineficiente, sin medir las consecuencias ni la fortaleza de la caja fiscal.
Castillo, que parece no darse cuenta de la gran responsabilidad que tiene como gobernante, intentará quizás contentar a las “masas” con más bonos, subvenciones o con “revolucionarias” medidas como la intervención a la Derrama Magisterial, a costa incluso de pasar por alto las normas que dan estabilidad jurídica y económica al país. Eso realmente asusta hasta a los más cuerdos.
Síguenos en nuestras redes sociales:
- Facebook: Diario El Tiempo
- Twitter: @eltiempopiura
- Instagram: @eltiempopiura
- YouTube: Diario El Tiempo
- TikTok: @eltiempopiura