En algunos lugares de los Estados Unidos la variante Delta de la Covid-19 ha puesto de cabeza al sistema de salud. Allá el 60% de la población mayor de 11 años ya recibió la doble dosis de la vacuna; mientras que los adultos mayores, en un 90% ya están vacunados, pero aun así, se ha producido las últimas semanas un alarmante rebrote en Texas; Florida, incluso en Nueva York.
En el Perú la población vacunada con doble dosis no sobrepasa el 25%. Parte de esta lentitud se debe a que no hay vacunas suficientes. El problema, sin embargo, no son solo las vacunas sino la displicencia de la población, el creer que el virus no los alcanzará y por tanto ahora atiborran locales públicos, organizan fiestas y se olvidan de lo más importante: el protocolo de prevención como el uso de mascarillas y lavado de manos.
En EE.UU. el relajo fue similar y se desechó el uso de mascarillas creyendo que con la vacuna era suficiente para esquivar la versión Delta. Se equivocaron. Por ello, en el Perú debe primar la conciencia y responsabilidad de cada ciudadano para no bajar la guardia, el virus no se ha ido, sigue aquí y lo más preocupante, mutando y haciéndose más virulento.