Tras acelerar la vacunación contra la Covid-19, uno de los debates insistentes por estos días es el retorno de los escolares a las clases presenciales. Las opiniones están divididas. En la zona rural se anuncia que ya deben iniciarse desde agosto, mientras que las ciudades la alternativa es que vuelven en el 2022.
La decisión se hace difícil porque con un gobierno que aún no se proclama, no se sabe cómo es que se afrontará problemas como el incremento de alumnos en los centros educativos estatales, considerando que la crisis ha empujado a muchos a dejar la educación privada.
Igual, está la crisis de la infraestructura, muchos colegios no tienen servicios básicos implementados, y si los hay carecen de agua porque deben miles de soles a la EPS Grau.
Regresar a las aulas es reforzar los protocolos de bioseguridad que seguirán los alumnos… ¿quiénes les facilitarán los kits de higiene, pruebas médicas y mascarillas, etc.? ¿Están considerando que la crisis ha desestabilizado la economía de las escuelas particulares y en los estatales no hay quién se responsabilice porque un gobierno está de salida y el otro no termina de definirse?