La mañana del 11 de marzo de 2004, la ciudad de Madrid en España se preparaba para el comienzo de un día laboral y educativo aparentemente normal. Sin embargo, lo que se esperaba que fuera un día corriente se convirtió en momentos de terror cuando varios ataques terroristas provocaron la explosión de cuatro trenes de la red de Cercanías de la Comunidad de Madrid.
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Estos atentados, ocurridos entre las 07:36 y las 07:40 de la mañana, representaron el mayor acto terrorista en la historia de España, cobrando la vida de 192 personas y dejando a más de 2,000 heridos. Trágicamente, cinco ciudadanos peruanos se encontraban entre las víctimas de un grupo con vínculos ideológicos a Al Qaeda y al Grupo Islámico Combatiente Marroquí.
Tragedia del 11M: 192 fallecidos y alrededor de 2.000 heridos
Uno de los cuatro trenes de Cercanías fue víctima de una explosión esa fatídica mañana, dejando como resultado 192 personas fallecidas y casi 2.000 heridas. Este suceso se convirtió en el ataque más mortífero en la historia de España y el segundo más grave en toda Europa.
En medio del caos, los servicios de emergencia se movilizaron rápidamente para atender a los heridos y trasladarlos a diferentes hospitales de Madrid. Debido a la magnitud de la tragedia, la cantidad de ambulancias disponibles resultaba insuficiente, y los taxistas se ofrecieron voluntariamente para brindar transporte gratuito.
La confusión reinaba en toda la ciudad mientras la noticia se difundía rápidamente por medio de la radio. Los primeros reporteros en llegar describían escenas desgarradoras de personas tratando de escapar y víctimas siendo llevadas a hospitales.
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Se estableció un hospital de campaña en el polideportivo Daoiz y Velarde para atender a los heridos. Eloy, uno de los afectados, recibió atención médica inmediata al llegar al lugar. Aunque algunas de sus heridas han sanado con el tiempo, Eloy continúa enfrentando secuelas permanentes, como la pérdida de visión y audición en el lado izquierdo.