Era un día soleado en Connecticut, noreste de Estados Unidos, cuando Dk decidió atender la llamada de su vecino (niño de ocho años) mientras jugaba al aire libre.
El niño agresor lo llamó por su nombre llevándolo a la vuelta de su casa con la intención de lanzarle una pelota de tenis con gasolina, lo que provocó quemaduras de tercer grado en todo el rostro y la pierna izquierda del menor. El pequeño regresó llorando a ver a su madre y le indicó que lo habían quemado. Inmediatamente la madre de DK lo condujo al centro médico más cercano para que lo atendieran.
Según Kayla, esta no es la primera vez que su hermano es atacado por el otro niño.
“Hace dos meses, bajo la supervisión de la madre del acosador, lo empujaron contra una pared y cayó al suelo. Y, nuevamente, la madre se niega a admitir que su hijo lo hizo”, dijo.
NBC New York se comunicó con la familia del otro niño, pero estos no quisieron abordar el tema.
Por otro lado, la Unidad de Investigación de Incendios y Explosiones de la Policía Estatal de Connecticut investiga el incidente junto con la Oficina del Jefe de Bomberos de Bridgeport.
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