En un fallo que ha estremecido a la opinión pública italiana, Alessia Pifferi, madre de la pequeña Diana, fue sentenciada a cadena perpetua por el homicidio voluntario agravado de su hija, quien falleció por deshidratación tras ser dejada sola en su casa durante seis días.
El juez Ilio Mannucci Pacini del tribunal penal de Milán anunció la condena, respaldando la solicitud de cadena perpetua presentada por la Fiscalía en este caso que ha generado conmoción en Italia.
Negación de la defensa
Alessia Pontenani, abogada de Pifferi, había argumentado en favor de la absolución de su defendida, solicitando que se la juzgara únicamente por abandono de menor. Sin embargo, la sentencia reflejó el peso del delito de homicidio voluntario agravado.
La madre de la condenada, María, expresó un profundo dolor al conocer la sentencia, lamentando la falta de arrepentimiento o pedido de perdón por parte de Pifferi.
A pesar de los informes psiquiátricos presentados por la defensa, que describían un bajo cociente intelectual de Pifferi, el tribunal determinó que era consciente de las consecuencias de dejar a su hija sola en casa.
Investigación
Además del veredicto sobre Pifferi, los fiscales han iniciado una investigación contra la abogada de la condenada y las psicólogas de la cárcel para esclarecer posibles manipulaciones en los exámenes psiquiátricos de la acusada.
Este caso ha puesto de manifiesto el debate en torno a la responsabilidad y el deber de cuidado maternal, así como la gravedad de las consecuencias de negligencia extrema en la crianza de un hijo.