Los exámenes para detectar y diagnosticar el virus son claves. Ahora hay disponibles dos tipos de pruebas: un test rápido que sirve como un primer filtro y un examen molecular que confirma el diagnóstico.
En la siguiente nota te explicaremos la diferencia entre una prueba rápida y una molecular
Prueba molecular
- Se basa en el análisis del ARN (ácido ribonucleico) del virus. Y consiste lo siguiente.
- Primero, se toma una muestra de secreción de la nariz o del fondo de la garganta del paciente.
- Luego, en un tubo de ensayo se mezcla la muestra con reactivos fluorescentes que, de existir el virus, se adhieren a este.
- El examen tarda horas porque es un proceso que se realiza en un laboratorio con equipos especializados. Es el más fiable para confirmar o descartar la enfermedad.
- Si la muestra cruza un umbral de fluorescencia, la prueba es positiva y confirma la presencia del virus.
Prueba rápida
En cambio, la prueba rápida cuenta con un procedimiento completamente diferente.
- Para la realización de una prueba rápida basta con tomar una muestra de sangre.
- Por lo mismo, no requiere de un laboratorio especialmente equipado para su análisis y el resultado podría estar en un máximo de 3 horas.
- No detecta el virus de manera directa, sino que identifica los anticuerpos IgM e IgG presentes en nuestra sangre o plasma cuando enfermamos de COVID-19.
- Se utilizan reactivos para detectarlos.
- Si la muestra revela una elevada cantidad de anticuerpos, la prueba es positiva. Esto significa que una persona tiene o tuvo la enfermedad recientemente.
- El resultado tarda unos 15 minutos y no requiere de equipos de laboratorio complejos.
Ambas pruebas son necesarias, una prueba no puede reemplazar a la otra.
Con información de Salud con Lupa