Autoridades penitenciarias anunciaron al menos 100 fallecidos a causa del motín carcelario en la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil, una cifra que podría aumentar debido al número de heridos y a que aún se están buscando más cuerpos. El Gobierno anunció que la Policía retomó el control del lugar.
El motín en la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil registrado el martes 28 de septiembre es el nuevo capítulo de una larga crisis que sacude a las cárceles de Ecuador. Deja hasta el momento un balance de 100 muertos y decenas de heridos, según la Policía y el Servicio de Rehabilitación.
Ante la gravedad de la situación el presidente Guillermo Lasso decretó el estado de excepción en todo el sistema penitenciario.
«Declárese el estado de excepción por grave conmoción interna en todos los centros de privación de libertad que integran el sistema de rehabilitación social a nivel nacional, sin excepción alguna, por el plazo de 60 días desde la suscripción de este decreto ejecutivo», dice el comunicado emitido desde el Gobierno.
El Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) informó que se produjo una balacera entre internos en la cárcel 1 de Guayaquil, que es parte de un gran complejo penitenciario integrado por varias prisiones.
El organismo apuntó que el martes por la mañana «se activó una alerta» en la cárcel «por detonaciones de armas de fuego y explosiones en varios pabellones, por enfrentamientos entre bandas delictivas».
El comandante de la Policía en el puerto de Guayaquil (suroeste), el general Fausto Buenaño, reportó a su vez que las decenas de víctimas sufrieron «impacto de proyectiles de armas de fuego y también por granadas» y que hubo amotinamientos en varios pabellones.
La Policía retoma el control de la cárcel, pero la crisis continúa
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso compartió en su cuenta de Twitter los anuncios de diversas autoridades indicando que «se ha retomado el orden en la Penitenciaría del Litoral tras los incidentes».
La violencia ha pasado a ser casi permanente en los reclusorios del país, donde los decomisos a los detenidos incluyen fusiles y granadas de fragmentación.
«Viene una crisis carcelaria desde al año 2010, con un promedio de 25 homicidios por año, pero que se acelera significativamente a partir de 2017 hasta el pico de este (…) debemos haber pasado ya los 160 homicidios», expresó el ecuatoriano Fernando Carrión, experto en seguridad y narcotráfico.
Vía: AFP